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sábado, 17 de noviembre de 2012

Cuentos de mi abuelo (Juego del caliche). 2ª Edición en NABUENSA directamente


Cuentos de mi abuelo (serie)


 

 
Juego del caliche (Título)

         …Salí que me las piraba del perfeccionamiento de inglés y llegue en un instante a la casa de mi abuelo. Observé con extrañeza que mi queridísimo compinche no estaba preparado. Un poco enfadado le reproché que no me esperase casi en la puerta y le dije:

- Abuelo, mira qué hora es y aún no estás dispuesto. Mi abuelo nunca me reñía y cuando era necesario, lo hacía, para que yo razonara, en forma de pregunta. Entonces intervino:

- Horacio, ¿Acaso sabes si la lluvia nos dejará pasear, estás seguro que mis fuerzas aguantarán el envite del tiempo?

Mientras nos calentábamos en la discusión vi que se dirigía a su taller de bricolaje y apareció con unas gafas ahumadas de esas que usan los soldadores de hierro. Entonces me invitó a colocármelas y me dijo:

- Horacio, ponte estas gafas y mira atentamente que te voy a mostrar un cuadro y vas a ver cosas desconocidas e inesperadas. Me dijo más, estate atento y me describes con detalle todo lo que vayas viendo en el cuadro. Por favor, no pierdas detalle.

Yo, muy obediente a las indicaciones de mi viejo, me puse las gafas, atesté mi cabeza contra el cuadro y empecé a ver cosas que jamás había contemplado.

- Abuelo, le dije, estoy viendo siete niños y cada uno lleva en la mano un tejo. Uno de ellos ha cortado una caña muy gorda que mide algo más de un palmo. Otro ha dibujado en el suelo un círculo un poco más grande que una loseta de 40 centímetros. Otro ha medido siete pasos desde el cuadro hacia fuera y ha trazado una raya de dos pasos de larga. Ahora están todos a la altura del cuadro y están tirando los tejos hacia la raya y se están yendo todos hacia los tejos y observo que están midiendo la distancia de cada uno de los tejos hacia la raya. Se están sacando de sus bolsillos un Euro cada uno y los están depositando encima de la caña que permanece en el centro del círculo de forma vertical.

Al oír la palabra Euro, mi abuelo no pudo permanecer callado y me dijo doctamente, como si fuese un maestro, a la vez que me regañaba cariñosamente:

 - Horacio, el Euro empezó a usarse por primera vez en Europa de modo definitivo el año de 2002. Antes estuvo circulando con la peseta durante dos años. Antes que el Euro los españoles usábamos la peseta como moneda de cambio. Lo que tú has visto que están poniendo es una moneda de 10 céntimos de peseta que empezó a usarse en España en el año de 1868 reinando Isabel II . La moneda de diez céntimos (perrogordo) se parece un poco al Euro pero es mucho más fina y sin bordes casi. Pero bueno, te he interrumpido -dijo mi abuelo-  perdona y sigue con lo que estabas observando en el cuadro.

Entonces, obediente a las órdenes de mi querido abuelo, continué diciéndole:

- Abuelo, ha tirado uno de los niños participantes al caliche y ha sacado dos monedas del círculo, se las ha guardado, las están colocando de nuevo las restantes y ahora lanza el tejo otro participante. Todas han caído dentro, las están poniendo de nuevo y ahora es otro el que tira. Me estoy dando cuenta que van tirando por el orden que sus tejos cayeron más cerca de la raya de dos pasos que habían trazado.

…Hice una respiración profunda como si estuviese cansado y a la vez un desperezo. Entonces, mi abuelo, siempre solícito a mis caprichos, me pasó la mano por la cara cariñosamente y como era habitual, me mesó el pelo y me dijo:

Horacio, tenías ganas de pasear pero ¡¡¡vaya siesta que te has echado, eh!!! 

 

Nota editorial

El juego del caliche tiene un significado real, como el descrito por los compinches y confabulados nieto y abuelo.

Tenía también en la época del abuelo un significado fálico. Por ello

A)  Los jóvenes que iban a ‘la Cuesta de la Magdalena’ hoy Plaza Mayor de Murcia, se citaban de esta guisa: ¿Derribamos el caliche?

B)   Los más religiosos que acudían al párroco a descargar sus conciencias decían al confesor: ‘me acuso, padre, que me han tirado el caliche’

C)   Los más osados a la hora de cortejar a las mozas, procedían de este jaez: ‘nena, tu arte en el derribo del caliche tiene que ser de antología’ y otras lindezas similares

 

 Por Victorio Navarro Vigueras

Viejo, calvo y loco maestro

 

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