Trata de una vivencia para olvidar ocurrida en Jumilla
durante los años de la posguerra. El organista armonizó la celebración de la
festividad de San Roque tocando unos compases de la Zarzuela de Federico Chueca
“La Gran Vía”, en concreto el fragmento llamado “la jota de los rateros”. A la
sazón los celebrantes eran tres pero el organista era ajeno a interpretaciones
políticas, sin embargo los poderes fácticos estaban ahí… Hecha en formato PPS
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